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Por qué con
Rodrigo
Chicharro

“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En la lucha por la supervivencia, los más aptos ganan a expensas de sus rivales porque consiguen adaptarse mejor a su entorno”.

Esta frase, que se le atribuye a Charles Darwin, encierra el secreto del éxito (y del fracaso) en el mundo actual.

La realidad es que la vida cambia, cambia todos los días, y que el ser humano está sometido a adaptarse una y otra vez. Ni bien nos acabamos de adaptar a una situación nueva cuando esta cambia otra vez y, de nuevo, a empezar. Quizás sea incómodo, pero es algo contra lo que no podemos luchar: es la dinámica de la vida. El mundo nunca deja de girar, la vida no se detiene.

Por ejemplo, ¿qué te parece el cambio de diciembre del 2019 a la realidad provocada por la crisis del coronavirus? Un cambio drástico, que trastornó todas las actividades cotidianas de la vida, que nos transformó la vida misma. Y ni qué decir del mundo de los negocios, un ámbito en el cual los que no estaban preparados, la inmensa mayoría, acarrearán consecuencias nefastas.

De hecho, muchos negocios lamentablemente desaparecerán. Buenos negocios, negocios con prestigio y trayectoria, pero negocios frágiles en sus bases. No estaban preparados para enfrentar una situación como esta y sucumbieron. Sin embargo, la causa no es la pandemia, porque igual les hubiera ocurrido en un escenario político adverso, en una circunstancia de economía deprimida.

Es la realidad: lo que ayer fue moda, hoy es obsoleto; las herramientas que hace poco nos deleitaron, hoy son parte del pasado. Desde que se inició la revolución digital, el mundo vio desaparecer marcas poderosas, algunas centenarias, que fueron parte de nuestra vida desde siempre. Se extinguieron porque eran una especie débil, con un modelo de negocio limitado.

La verdad es que fueron incapaces de adaptarse a las exigencias de un nuevo mercado. Uno distinto al del pasado, que era paquidérmico, que casi nunca cambiaba, que parecía vivir en estado de hibernación. El nuevo mercado, el del siglo XXI, es dinámico, avanza y se transforma de manera permanente, a velocidades asombrosas, y el que no pueda ir a su ritmo simplemente desaparece.

Hoy dejó de ser una opción: si quieres que tu negocio no desaparezca, debe ser un híbrido entre lo físico, lo tradicional, y el ecosistema digital. No es lo uno o lo otro, como algunos piensan: debes ser visible, reconocible, diferente y valioso en los dos ámbitos. Pero, no basta con eso: necesitas desarrollar la capacidad de interactuar con tus clientes, de mantener una comunicación fluida.

Es insólito, pero a pesar de las evidencias irrefutables aún hay muchas personas, muchos negocios, que se niegan a aceptar la realidad.

Creen que son sólidos, que sus clientes nunca los dejarán, pero la verdad es que literalmente están amenazados y tarde o temprano se extinguirán. Así de simple, porque prácticamente ninguna actividad cotidiana está ajena a la influencia digital. Ninguna.

Hoy, podemos solicitar una cita médica a través de internet, o podemos pedir comida a domicilio, o podemos ir al banco y realizar transacciones. También podemos comprar ropa que en pocos días nos llegará a la puerta de la casa, o podemos enviar flores a nuestra pareja con la seguridad de que le llegarán y disfrutará su aroma, o podemos acceder a educación de calidad en canales virtuales.

¿Entiendes?

No es una opción, no es una elección; sino la condición para sobrevivir en el mundo de los negocios.

En el siglo XXI, hacer negocios ya no consiste en vender productos o servicios, como antaño, sino en brindar experiencias enriquecedoras, inolvidables, a los usuarios. En procura de alcanzar ese objetivo, tu mejor aliado es internet con sus poderosas herramientas y recursos.

Y cuando digo herramientas, no me refiero exclusivamente a aparatos, a dispositivos, sino también a estrategias, a relaciones, a alianzas estratégicas, a canales, a audiencias, a nichos. Es un complejo ecosistema en el que cada especie está estrechamente relacionada con las demás: se necesitan las unas a las otras, se potencian las unas a las otras. Y tú, si quieres, eres el beneficiado.

Me dedico a los negocios desde hace muchos años, quizás me conozcas o hayas oído hablar de mí. Soy experto en ventas de tangibles (no infoproductos) en internet. He vendido a través de la red pelotas de fútbol, cañas de pescar, terrenos, grandes propiedades, como también he llenado restaurantes, hoteles, y más, mucho más. Y tengo el orgullo y la satisfacción de haber impuesto varios récords de ventas.

En efecto, hace poco fui reconocido como ‘El mejor vendedor del mundo de terrenos por internet’, un logro certificado por la Official World Record (OWR), en dos categorías, la misma entidad que le otorgó a Jürgen Klaric la distinción por la venta de departamentos con el mismo proceso y tecnología en su país. Toma nota: récord de ventas de productos físicos a través de internet.

Te menciono esto no para presumir, porque no es mi estilo y tampoco lo necesito porque mis clientes saben quién soy. Lo hago simplemente para que sepas que no soy un aparecido como tantos que hay hoy en internet: comencé a trabajar en la red cuando muchos ni siquiera sabían qué era o no entendían que esta sería el nuevo escenario de las oportunidades y los negocios.

 

Hoy, no importa a qué te dedicas, si eres médico, abogado, ingeniero, escritor, diseñador o vendedor; no importa si lo que vendes es un producto o un servicio, dueño de un restaurante, inmobiliaria; no importa si es algo digital o físico: si quieres vender, si quieres que tu negocio sea sostenible, debes adaptarte al ecosistema digital, internet debe ser tu aliado estratégico, en tu socio ideal.

En ese empeño, una tarea imprescindible es cuidar con quién te relacionas. Lamentablemente, en internet hay cabida para todos, para cualquiera, y hay mucho vendehúmo. No puedes confiar en cualquiera en la red, porque el riesgo de salir lastimado es alto. Ese, por fortuna, no es mi problema, pues mi trayectoria de más de dos décadas y, en especial, mis resultados y mis clientes me avalan.

Para que compruebes que no miento y que tampoco estoy desesperado por venderte, sino que me mueve la misión que me he trazado en la vida, la de ayudar a otros a través de mi conocimiento y experiencia, te cuento que la información que recibirás de mis libros o cursos, tienen una profundidad de contenido de verdad invaluable. Es conocimiento de alto valor, oro puro.

Habrá materias que seguramente conocerás, pero ¿sabes aplicarlas en tu negocio? Te puedo asegurar con convicción que mucha de la información que podrás  recibir te permitirá ingresar a un horizonte comercial en el que nadie logrará detenerte. No habrá pandemia, ni en escenario político adverso que frenen tu avance. El tuyo será un negocio inteligente capaz de sobrevivir en las mayores adversidades.

Ojalá, cuando comenzaba alguien me hubiese dado un curso de cómo ser líder en el mercado de mi especialidad. Te repito, con humildad y con el ánimo de que me des el privilegio de ayudarte, que la información que recibirás vale oro: es cuanto he aprendido y la experiencia que he reunido para que puedas transformar tu negocio en un solido híbrido, físico y digital.

Nadie, absolutamente nadie, alcanzó el éxito en la vida o en los negocios en solitario. Hasta los referentes más famosos del mercado requirieron la ayuda de uno o más mentores.

Yo, por fortuna, conté con los mejores, en diferentes especialidades y fue gracias a ellos y a las enseñanzas de mis clientes que obtuve resultados sobresalientes, los mismos que espero para ti.

¿Por qué me siento con la capacidad de ayudarte? Hay miles de millones de personas en internet, un mercado ultramillonario al que logré ingresar. Una vez adquirí el conocimiento necesario y apliqué las estrategias de marketing, comenzó a cambiar mi vida. Me convertí en un doble récord mundial en ventas por internet, también en un líder y en un referente a nivel internacional.

Hoy, aunque no dejo de hacer negocios por internet, aunque tengo otros negocios en el ámbito físico, mi prioridad es ayudarte a llegar a tu cliente perfecto y completar la capacidad de tu negocio.

Sí quiere subir la venta de tu negocio y transformarte en un lider, entonces déjame ayudarte y concederme el privilegio de vivir esta aventura contigo.

¡No te arrepentirás!

Rodrigo Chicharro