¿Cómo comienzo? ¿Por dónde comienzo? ¿Qué necesito? ¿Lo que tengo es suficiente? Estas y otras más preguntas son las que inquietan a cualquier persona que sueña con tener un negocio propio o que ya está en camino de abrirlo. Empezar un negocio no es fácil, y vaya si tengo la autoridad para decírtelo, pues desde que me conozco lo he hecho una y otra vez, y disfruto del éxito.

Lo primero que puedo decirte es que ni se te ocurra hacer una búsqueda en internet y descargar una de esas populares megaguías que te prometen llevarte paso a paso a montar tu negocio en solo 7 días. ¿Por qué? Son un engaño, una estafa. Si conoces a alguien que afirma que lo hizo de esta manera, puedes estar seguro de que te miente, sin importar si es dentro o fuera de internet.

El problema es que ha hecho carrera una idea que en la práctica resulta completamente falsa: que tener un negocio en internet es montar una página web y ofrecer algún producto o servicio, con la idea de que te lloverán los clientes y de que en abrir y cerrar de ojos te volverás millonario. De nuevo, ¡no es así!, y más bien esta es la razón por la cual tantos intentos fracasan con rapidez.

A lo largo de mi trayectoria en los negocios, dentro y fuera de internet, he visto a decenas de personas que se dejaron tentar por esa oportunidad exprés y luego lo lamentaron. Perdieron su dinero, echaron a perder su negocio y, lo peor, desperdiciaron su tiempo, el único activo que jamás puedes recuperar. “Ah, internet es una estafa, allí no se pueden hacer negocios”, aseguran.

Y, no, están equivocados. Cientos de miles de personas hoy tienen un negocio sólido y rentable en internet, y yo soy uno de ellos. Desde hace unos 12 años descubrí que la red era un infinito universo de posibilidades, de oportunidades, inclusive para personas como yo que jamás he vendido lo que conocemos como un infoproducto, sino que ofrezco productos físicos, tangibles.

Para que me entiendas, te cuento que hace unos años recibí un galardón que me llena de orgullo y que, en especial, es la clara demostración de lo que te digo: a mediados de 2019, la Official World

Record (OWR por sus siglas en inglés), la entidad certificadora del proceso, me reconoció como el ‘Mejor Vendedor del Mundo de Terrenos por Internet’, en dos categorías. ¡Un gran honor!

Vendí 81 parcelas en 30 días, 25 de ellas en solo 24 horas. Ah, y lo mejor, lo hice por internet. Y en este punto tengo que hacerte una confesión. Cuando asistí en EE. UU. a Los Maestros de Internet (LMDI) y mi amigo Álvaro Mendoza me dijo que tenía un gran potencial para vender en la red, la verdad que no le creí. “¿Vender parcelas en internet? ¡Está loco!, ¿quién va a comprar?”, pensé.

La realidad es que Álvaro, uno de los mentores que me ayudó a cambiar mi vida, tenía razón. A eso me dedico desde hace más de 10 años y no solo vendo parcelas, sino también otros productos físicos. Te lo repito porque es algo que me diferencia claramente en el mercado: jamás vendí un infoproducto. Y puedo preciarme de que tengo clientes por doquier a lo largo y ancho del planeta.

El mensaje que quiero transmitirte es que, si yo lo hice, ¡tú también puedes! Cuando me sumergí en este mundo de internet, había superado la barrera de los 40 años y, la verdad, no tenía una gran afinidad con la tecnología y la cantidad de poderosas herramientas que en aquel momento se instalaban en nuestra vida. Me costó trabajo, cierto, pero con esfuerzo y disciplina lo pude hacer.

Si tienes 30 o menos años, quizás te cueste entenderme, porque desde joven pudiste disfrutar de la tecnología, sus herramientas y recursos. Pero, no siempre fue así. Hubo una época en la que, por ejemplo, los teléfonos móviles eran un privilegio de las películas de ciencia ficción y los robots, de los dibujos animados. Y ni pensar en mensajería instantánea como Whatsapp o Messenger.

De hecho, la televisión, que era una de las compañías en la vida cotidiana junto con la radio, era muy limitada: apenas unos cuantos canales públicos. Comenzaban a surgir los canales privados y lejos estábamos de imaginar cómo iba a cambiar la vida con la televisión por demanda o, más allá, con el streaming. ¿Me entiendes? La que vivimos hoy es la mejor época de la humanidad, sin duda.

Más allá de los problemas, de la desigualdad, de las guerras y el derroche de los recursos naturales, el hombre jamás disfrutó de tantas comodidades, de tantas facilidades. Por ejemplo, ¿habías imaginado comunicarte con tu hijo que está en Europa estudiando mientras tú estás en casa o en tu trabajo? ¿Con versar con él en vivo y en directo y verlo a través de la pantalla?

Eso, amigo mío, lo repito, hace no muchos años era ciencia ficción. Nunca hubo tantas facilidades, tantos recursos, tanto conocimiento disponible para cumplir con tus sueños, para aprender, para relacionarte, para hacer. Y en esto que acabo de mencionar está la clave de mi éxito: soñar, aprender, relacionarme y actuar, poner en práctica. Y, de nuevo, ¡tú también puedes lograrlo!

Más allá de las dificultades y limitaciones, de las normativas que nos agobian, créeme que es posible crear un negocio rentable en internet y vivir de él. Yo lo hago y lo disfruto con mi familia y con mi equipo de trabajo, con mis clientes. Soy un referente del mercado gracias a que no he dejado de aprender, inclusive de mis errores y fracasos, y a que jamás pensé en tirar la toalla.

Hoy, con 60 años a cuestas, en la flor de la segunda juventud, sigo capacitándome, sigo entablando relaciones y alianzas estratégicas y sigo con el espíritu joven y aventurero que siempre me caracterizó y que es el combustible que me permite asumir nuevos riesgos. Riesgos que, por supuesto, después se transforman en beneficios, en satisfacciones, en sueños cumplidos.

Y, como ya sabes que me gusta compartir lo mejor que poseo, voy a revelarte cuál es la clave: tener un mentor. Así como en casa, cuando eras niño, tus padres marcaron tu camino y te enseñaron lo básico; así como en la escuela tus profesores te guiaron y te transmitieron el conocimiento básico, en el mundo de los negocios requieres un mentor para alcanzar el éxito.

No renuncies a tus sueños, no le des la espalda a lo que te apasiona, no te pierdas la oportunidad de servir a otros a través de tu conocimiento, tu experiencia, de tus dones, talentos y pasión. Hay una vida mejor, una vida feliz y llena de satisfacciones (sin que falten las dificultades) y también está disponible para ti. No naciste para estar atrapado en una vida sin sentido, sin propósito.¿Cómo comienzo? ¿Por dónde comienzo? ¿Qué necesito? ¿Lo que tengo es suficiente?Si deseas hallar la respuesta a esos interrogantes que te quitan el sueño, que te llenan de miedo, no dudes en contactarme. Dedico mi vida a ayudar a otros, a servir a otros, a acompañarlos en el proceso de transformación de su vida. Recuérdalo: sin un mentor, el éxito y la felicidad son falsas ilusiones…